miércoles, 11 de febrero de 2009

Un cohete propulsado por agua




Los cohetes, como seguramente sabes, funcionan gracias al principio de acción y reacción.
Esto significa que los gases de la combustión que salen por “debajo” del cohete lo empujan hacia arriba. Esos gases provienen de la oxidación rápida de combustibles especiales, y son lo suficientemente peligrosos como para desaconsejar completamente el intento de utilizar algo similar en casa.
Pero podemos construir un “cohete” que se impulse únicamente con agua y por lo tanto no implique ningún peligro para tu salud.
Necesitaremos una botella de plástico de unos dos litros (de esas que utilizan todas las bebidas gaseosas),
un corcho,
un inflador de bicicletas,
algo de agua,
unos ladrillos,
pegamento y una válvula de rueda de bicicleta. Para realizar este fácil experimento comenzaremos por perforar el corcho y meter en ese agujero la válvula de la rueda de bicicleta. Luego, sellaremos el agujero (si hace falta) con el pegamento. Esta es la tarea más complicada de nuestro cohete de agua. Luego llena la botella con agua hasta la mitad y ponle el tapón de corcho. Pon la botella boca abajo en el suelo, con la bomba de inflar bicicletas conectada a la válvula. Tres ladrillos verticales a su alrededor servirán para que la botella se mantenga “de pie”. Con cuidado de no inclinar el “cohete”, ve metiendo aire en su interior con la bomba hasta que el corcho se destape solo por la presión interior.Cuando esto ocurra, el agua saldrá hacia abajo e impulsará al cohete hacia arriba, de la misma forma que los gases de un cohete al salir hacia atrás lo impulsan hacia adelante por el principio de acción y reacción. Ni falta hace aclarar que todo esto lo debes hacer en un descampado, porque seguramente te mojarás. Verás como el “cohete” consigue subir entre 30 y 40 metros de altura. Cuando lo hayas lanzado varias veces puedes intentar mejorar tu prototipo, haciéndolo más aerodinámico o regulando la salida de agua con orificios más pequeños.


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